Derechos humanos
Lucha contra el racismo
Uno de los principios más fundamentales de los derechos humanos es la igualdad de dignidad y derechos de todas las personas. Esta igualdad se establece en el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 7 de la Constitución Federal austriaca. El artículo 14 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales también prohíbe la discriminación, ya que establece que las personas no deben ser tratadas de manera desigual ni discriminadas por razón de características personales como el sexo, la raza, el color, el origen nacional o social, la religión, la lengua o las opiniones.
Basándose en este principio de igualdad de todas las personas, la Convención de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial de 1965, de la que Austria es Estado parte, insta a todos los Estados a tomar medidas concretas para combatir la discriminación contra las personas por su color u origen étnico. Se creó un Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial encargado de supervisar las actividades de los estados para combatir la discriminación racial. El informe combinado 18/19/20 14º del Estado austriaco fue enviado al Comité en diciembre de 2011 y examinado en agosto de 2012 en Genf con la presencia de una nutrida delegación austriaca. Las recomendaciones del Comité tras este examen se publicaron en diciembre de 2012.
Las Naciones Unidas declararon el 21 de marzo Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial y han organizado tres conferencias mundiales contra el racismo (1978, 1983 y 2001). Más recientemente, en 2009, se ha organizado en Ginebra una Conferencia de Revisión de la Conferencia Mundial de la ONU contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia, que tuvo lugar en Durban (Sudáfrica) en 2001. El resultado fue una nueva declaración que reafirma la Declaración y el Programa de Acción de Durban para combatir el racismo, la discriminación y la intolerancia en todo el mundo. En el seno de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales, Austria participa activamente en la lucha contra el racismo y siempre trabaja para obtener resultados concretos y constructivos durante las conferencias y reuniones.
También a nivel interno, Austria hace mucho hincapié en la lucha contra el racismo y la xenofobia, adoptando medidas concretas a todos los niveles, como la promoción de la igualdad de trato, la lucha contra los estereotipos y el fomento de la integración. Como ejemplo puede decirse que la protección penal contra la discriminación y los delitos de odio se ha reforzado considerablemente en los últimos años. El principio de igualdad de trato está establecido en la Constitución austriaca. Sobre esta base se ha adoptado una amplia legislación contra la discriminación, que se mejora constantemente. En el ámbito del derecho administrativo y civil, la aplicación de las Directrices de la UE sobre la aplicación de la legislación contra la discriminación ha reforzado aún más la legislación austriaca.
Además, también se están adoptando medidas no legislativas, en particular en el ámbito de la educación, la formación y la sensibilización. Estas medidas se incrementarán y reforzarán aún más con la actual integración del Plan de Acción Nacional. Por último, el nuevo programa gubernamental (2013-2018) prevé la elaboración de un Plan de Acción Nacional general sobre Derechos Humanos, que permitirá seguir avanzando en este campo.
En 2002, el Consejo de Europa creó la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) con el cometido de supervisar la legislación y otras medidas de los Estados miembros en materia de racismo e intolerancia y de realizar propuestas de mejora. Para ello, expertos independientes realizan también visitas a los países. Austria fue visitada por última vez por la ECRI en 2004 y el informe sobre la visita se publicó en febrero de 2005. La próxima visita está programada para noviembre de 2014.
La Dimensión Humana de la OSCE también combate todas las formas de racismo, xenofobia, antisemitismo y discriminación bajo los auspicios de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE en Varsovia. Los datos y la información sobre racismo y discriminación se recogen mediante un sistema de información sobre tolerancia y no discriminación. Además, tres representantes especiales trabajan en el marco de la OSCE en el ámbito de la tolerancia:
Representante personal para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación, Catherin McGuiness
Representante personal en la lucha contra el antisemitismo, rabino Andrew Baker
Representante Personal para Combatir la Intolerancia y la Discriminación contra los Musulmanes, Ömür Orhun,
La Alta Comisionada de la OSCE para las Minorías Nacionales, Astrid Thors, y la Representante de la OSCE para la Libertad de los Medios de Comunicación, Dunja Mijatovic, también contribuyen con su trabajo a la lucha contra el racismo y la xenofobia.
Dentro de la UE, Austria ha ofrecido un apoyo continuo a la Agencia Europea de Derechos Fundamentales (FRA) que se creó a partir del antiguo Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia (EUMC) en 2007. Como punto central para las cuestiones de derechos humanos dentro de la UE, la FRA ofrece recomendaciones a las instituciones de la UE y a los Estados miembros en el cumplimiento de las normas de derechos humanos durante todas las fases del proceso legislativo de la UE y el desarrollo de políticas. Las principales tareas de la Agencia son recopilar, registrar, analizar y difundir información y datos pertinentes, objetivos, fiables y comparables sobre la situación de los derechos fundamentales en los Estados miembros de la UE, llevar a cabo, investigaciones científicas y encuestas, estudios preparatorios y de viabilidad, formular y publicar conclusiones y dictámenes sobre temas específicos, para las instituciones de la Unión y los Estados miembros a la hora de aplicar la legislación comunitaria, ya sea por iniciativa propia o a petición del Parlamento Europeo, el Consejo o la Comisión y promover el diálogo con la sociedad civil, con el fin de sensibilizar a la opinión pública sobre los derechos fundamentales y difundir activamente información sobre su labor.