El sistema político

Elecciones presidenciales

El Presidente Federal de la República de Austria es elegido por sufragio secreto en unas elecciones generales populares libres y justas para un mandato de seis años. El mandato comienza cuando el Presidente toma posesión de su cargo.

Procedimiento electoral

El Presidente Federal es elegido por 6 años por los ciudadanos de la República - es decir, por todos los ciudadanos con derecho a voto - mediante voto secreto en unas elecciones generales libres y directas. Si sólo se presenta un candidato, la elección adopta la forma de referéndum. Esta normativa, que se introdujo en 1982, tiene como principal objetivo permitir que un Presidente Federal en funciones, universalmente aclamado, pueda ejercer un segundo mandato sin campaña electoral. Hasta ahora, todos los Presidentes en ejercicio que se han presentado a un segundo mandato han sido reelegidos: Adolf Schärf en 1963, Franz Jonas en 1971, Rudolf Kirchschläger en 1980 y Thomas Klestil en 1998.

El derecho al voto

Toda persona con derecho a voto en las elecciones a la Asamblea Nacional tiene derecho a votar en las elecciones presidenciales. El derecho de voto sólo puede ser ejercido por las personas inscritas en el censo electoral. El voto ya no es obligatorio en ninguno de los nueve estados federales austriacos. La antigua obligación legal universal de votar correspondía a la filosofía conservadora según la cual los derechos políticos implicaban también deberes personales.

Elegibilidad para el cargo

Un candidato legítimo debe ser elegible para votar en las elecciones a la Asamblea Nacional, y debe haber superado los 35 años al final de la jornada electoral. De hecho, la candidata más joven que se presentó a las elecciones presidenciales fue la Dra. Heide Schmidt, con 44 años, en 1992.

Motivos de inelegibilidad

No pueden ser elegidos los miembros de dinastías gobernantes o de familias que hayan reinado en el pasado, ni las personas que ya hayan ejercido dos mandatos consecutivos como presidente federal. Con ello se pretende evitar que haya un presidente permanente o un monarca electo. Los presidentes de muchos países están sujetos a este tipo de normas.

El reglamento que establece que los miembros de las familias que han reinado o reinan actualmente no son elegibles para el cargo está dirigido contra los intentos - que se pueden observar repetidamente a lo largo de la historia - de hacer regresar la monarquía a través de la Presidencia de la República.

Los detalles del procedimiento electoral están definidos por la Ley de Elecciones Presidenciales de 1971, Gaceta de Leyes Federales [Bundesgesetzblatt, BGBl.] núm. 57, modificada por la Gaceta de Leyes Federales [BGBl.] I núm. 90/2003

El procedimiento electoral en detalle

El Gobierno Federal convoca las elecciones de forma que el candidato recién elegido pueda tomar posesión de su cargo en cuanto finalice el mandato del Presidente saliente. La convocatoria de las elecciones presidenciales debe incluir la fecha de las elecciones y la fecha de presentación de candidaturas.

Los nombres de los candidatos deben presentarse a las autoridades electorales federales a más tardar 30 días antes del día de las elecciones. Cada candidatura debe estar firmada por al menos 6.000 electores con derecho a voto. Al mismo tiempo debe abonarse una cantidad de 3.600 euros.

La Autoridad Electoral Central debe anunciar los resultados de las elecciones inmediatamente en el Boletín Oficial [Amtsblatt zur Wiener Zeitung]. Si no se impugna la elección, el Canciller Federal debe anunciar inmediatamente los resultados electorales en el Boletín Oficial Federal, tras lo cual el Presidente Federal en funciones o su representante debe convocar sin demora a la Asamblea Federal para la toma de posesión.

Toma de posesión y fin del mandato

El juramento del cargo

Según el apartado 1 del artículo 62 de la Constitución Federal de la República de Austria (BVG), el Presidente Federal presta el siguiente juramento ante la Asamblea Federal al asumir el cargo:

"Prometo solemnemente que observaré fielmente la Constitución y todas las leyes de la República y que cumpliré con mi deber según mi leal saber y entender".

También se admite una declaración religiosa (apartado 2 del artículo 62 de la BVG). La autorización para ello se dio por primera vez en la enmienda constitucional de 1929 que permitía una declaración religiosa al jurar el cargo, y fue utilizada por primera vez el 8 de julio de 1974 por el presidente Kirchschläger. En aquella ocasión, las palabras "Con la ayuda de Dios" fueron elegidas como declaración religiosa. El ejemplo del Presidente Kirchschläger de 1974 y 1980 fue seguido por Kurt Waldheim (1986) y Thomas Klestil (1992).

El presidente Kirchschläger hizo hincapié en la sencillez de este juramento y subrayó que debía evitarse la esfera trascendental. La idea era mantenerse dentro de la legalidad, con el menor número posible de limitaciones. Señaló que el juramento no es sólo una declaración de lo que se espera del Presidente Federal, "sino de lo que debería ser la actitud fundamental de todos los ciudadanos".

La toma de posesión

La solemne ceremonia de toma de posesión del Presidente va más allá de una mera cuestión de protocolo y una expresión de la aceptación de la elección. Antes de la toma de posesión, el Presidente electo ya dispone de los poderes atribuidos a su cargo.

Dado que el Presidente Federal sólo puede ser considerado responsable de una violación de la Constitución por el Tribunal Constitucional, su promesa excede en realidad su responsabilidad legal.

El discurso de investidura

Tradicionalmente, la ceremonia de investidura del Estado va seguida del discurso de investidura del Presidente Federal. A diferencia del discurso de investidura del Gobierno Federal, éste no es una declaración de política gubernamental, ya que el Presidente Federal no ejerce como jefe del Gobierno y, en este sentido, tampoco gobierna. El discurso es más bien una declaración de cómo el Presidente Federal entrante se propone cumplir con las responsabilidades y desempeñar las funciones de la Presidencia.

Fin del mandato

El mandato del Presidente Federal finaliza a su expiración o a la muerte del Presidente. Alternativamente, su mandato también puede terminar a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional que ordene su destitución. Además, también puede ser destituido por referéndum popular (Art. 60(6) BVG) o si es condenado por determinadas acciones ilegales. Si un Presidente Federal puede o no dimitir por sí mismo (renunciar a su cargo) es una cuestión controvertida entre los expertos constitucionales.