Posición en el mundo
La posición de Austria en el mundo
El final de la Guerra Fría permitió a Austria abandonar su posición periférica en la línea fronteriza entre "Este" y "Oeste" y acercarse al centro de una Europa más amplia. El conflicto Este-Oeste, que había sido el factor determinante antes de la desintegración de la Unión Soviética y el consiguiente colapso del comunismo, fue sustituido por nuevas formas de asociación y cooperación en toda Europa.
En este contexto, Austria emprendió un nuevo e importante rumbo: El 1 de enero de 1995 ingresó en la Unión Europea (UE). Desde entonces, ha ocupado la Presidencia del Consejo de la UE en 1998, 2006 y 2018. Para Austria, su ingreso en la UE no sólo supuso su participación en un proyecto económico exitoso y orientado al futuro al que deseaba unirse desde hacía mucho tiempo, sino que también le ofreció la oportunidad de formar parte de un proyecto de paz que prometía estabilidad y seguridad en el continente europeo. Con esta idea en mente, Austria ha centrado desde entonces sus esfuerzos en fomentar la integración de los Estados vecinos de Europa Central y Oriental y de los Balcanes Occidentales.
En 1995, Austria aceptó la invitación de participar en la Asociación para la Paz de la OTAN. En el marco del Programa de Asociación Individual, Austria apoya a la OTAN en misiones de paz, actividades de gestión de crisis y operaciones de rescate en zonas catastróficas. Austria continúa así su larga tradición de pertenencia activa a las Naciones Unidas, al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). En este contexto, Austria participó, por ejemplo, en misiones en Kosovo, Bosnia-Herzegovina y Afganistán. A través de su pertenencia a organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y el Consejo de Europa, Austria no ha escatimado esfuerzos para apoyar y contribuir proactivamente a sus políticas de paz y seguridad. Con este espíritu, Austria ha participado activamente en las misiones de la ONU en Oriente Medio (FPNUL, FNUOS, ONUVT), en Chipre (UNFICYP) y en África (UNOWA) aportando tropas y también enviando personal a un gran número de otras misiones de la ONU y de la OSCE.
Viena es una de las sedes de las Naciones Unidas y alberga el OIEA, la ONUDI, la OTPCE y otros miembros de la familia de organizaciones de la ONU (ONUDD, UNCOPUOS). Además, la Secretaría del Consejo Permanente de la OSCE, la OPEP y el Fondo de la OPEP para el Desarrollo Internacional, así como la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (para la protección de los derechos humanos y fundamentales) tienen su sede en la capital austriaca.
Viena ha sido con frecuencia sede de cumbres de superpotencias que marcaron el curso de la historia y lugar de encuentro de un gran número de importantes negociaciones internacionales. Hoy en día, la capital austriaca acoge conferencias y congresos internacionales celebrados para deliberar sobre los retos y problemas actuales, así como sobre las perspectivas para su resolución. Entre las conferencias más recientes figuran las dedicadas al papel de la mujer en la prevención de conflictos y la gestión de crisis, así como a la trata de seres humanos. Estas últimas también reflejan el sentimiento de urgencia que se siente en Austria y a nivel internacional para luchar contra la trata de seres humanos tanto en Europa como a nivel internacional.
Austria ha encontrado nuevas y amplias oportunidades para reforzar su posición en el mundo. La disposición a asegurar activamente la paz y a combatir los desarrollos erróneos en la escena mundial son algunas de las prioridades de la política exterior austriaca, tanto dentro de la Unión como a nivel internacional. En particular, las actividades puestas en marcha por Austria en este contexto incluyen la diplomacia de negociación, la gestión de crisis, la política de estabilidad, así como la ayuda en caso de catástrofes y la reconstrucción.
Austria también contribuye a los esfuerzos internacionales por seguir una política energética sensible al clima adoptando medidas encaminadas a una política medioambiental y energética nacional sostenible. Además de su propia y estricta legislación nacional, Austria también ha adoptado disposiciones adicionales en el ámbito de la conservación del paisaje que habían sido acordadas en el seno de la Unión Europea. Austria se atiene a su decisión de seguir siendo un país no nuclear, adoptada justo antes de la puesta en marcha de la central nuclear de Zwentendorf. Esto se produjo después de que los votantes austriacos rechazaran claramente la energía nuclear en un referéndum. En este contexto, las centrales nucleares de los países vecinos preocupan especialmente a Austria por su seguridad.
A pesar de las condiciones cambiantes, Austria mantiene una larga tradición de contribución activa al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.