Breve historia de la cocina austriaca

A lo largo de los cientos de años de existencia de Austria, ha surgido una tradición única de cocina austriaca. Sus tradicionales y conocidas recetas atraen cada año a millones de turistas. La rica Cocina de Austria es el resultado de su historia como imperio multinacional, donde todo tipo de culturas diferentes aportaron sus propios matices.

El Imperio de los Habsburgo se extendía desde las fronteras de la Rusia Imperial hasta el Adriático y estaba formado por más de una docena de nacionalidades con más de 51 millones de personas que hablaban dieciséis lenguas diferentes. En los últimos siete siglos, el cosmopolita dominio de los Habsburgo se extendió por Suiza, Alsacia, Borgoña, España, Holanda, Bohemia, Moravia, Eslovaquia, Polonia, Hungría, Croacia, Eslovenia e Italia. Todos ellos han influido a su manera en la cocina austriaca.

Pero no todo lo que se puede degustar hoy en día en los restaurantes y cafés de Austria ha llegado pacíficamente a las cocinas austriacas. Muchas recetas e ingredientes han llegado al crisol de la cocina paneuropea de Austria por accidente o como consecuencia de la guerra. La invasión turca de Europa, por ejemplo, anunció el nacimiento de la cultura del café en Austria al introducir el grano de café entre los cocineros vieneses. Además, el "Apfelstrudel" es una versión austriaca de un manjar turco introducido durante la ocupación turca. El "Wiener Schnitzel" se originó probablemente en el norte de Italia, mientras que los deliciosos "Palatschinken" (crepes) y el "Gulasch" proceden de las llanuras húngaras; los asados y las salchichas eran originalmente manjares del sur de Alemania, y la repostería se originó en Bohemia.

Aparte de las influencias extranjeras en la cocina austriaca, cada austriaco cuenta con sus propios platos locales: La Frittatensuppe (sopa de crepes) procede de Estiria, las Speckknödel (albóndigas de tocino) del Tirol; y Salzburgo, patria de Mozart, ha aportado el llamado Salzburger Nockerln, un suflé dulce hecho con huevos.